Por primera vez, Hayden Panettiere habló sobre su adicción a los opiáceos y al alcohol que casi le cuesta su carrera y su vida. Además, la actriz admitió que por el bienestar de su pequeña hija se vio obligada a enviarla a vivir con su padre Wladimir Klitschko a Ucrania.
“Estaba en la cima del mundo y lo arruiné”, dijo la actriz, de 32 años, a la revista People. Reveló que su adicción a las drogas comenzó de adolecente y luego se salió de control mientras luchaba contra la depresión posparto después del nacimiento de su hija Kaya en 2014.
“A medida que crecía, las drogas y el alcohol se convirtieron en algo sin lo que casi no podía vivir”, confesó Panettiere, y reveló que su lucha contra la depresión posparto combinada con su dependencia de las drogas y el alcohol la llevaron a tomar la decisión “desgarradora” de enviar a su hija a vivir con su padre.
“Tenía temblores cuando me despertaba y solo podía funcionar bebiendo alcohol”, admitió. “Enviar lejos a Kaya fue lo más difícil que tuve que hacer. Pero quería ser una buena madre para ella, y a veces eso significa dejarlos ir”.
“Nunca tuve la sensación de querer hacerle daño a mi hija, pero no quería pasar tiempo con ella”, admitió Panettiere. “Solo había este color gris en mi vida”.
Panettiere dijo que no bebió mientras estaba embarazada de Kaya, pero admitió que recayó poco después de que naciera su hija y, a partir de ahí, sus problemas con el alcohol continuaron fuera de control.
La actriz se escabullía para beber y su relación con Klitschko, con quien comenzó a salir en 2009, comenzó a desmoronarse. “Él no quería estar cerca de mí”, recordó. “Con los opiáceos y el alcohol estaba haciendo cualquier cosa para sentirme feliz por un momento. Luego me sentía peor que antes. Estaba en un ciclo de autodestrucción”.
Después de que envió a su hija a vivir con Klitschko, de 46 años, de quien se había separado unos meses antes después de una relación de nueve años, su adicción al alcohol empeoró, hasta el punto en que tuvo que ser hospitalizada.
“Los médicos me dijeron que mi hígado iba a colapsar”, admitió. “Ya no era un chica de 20 años que simplemente podía recuperarse”.
Panettiere le dijo a la revista People que siente que “arruinó” las muchas oportunidades que se le dieron, y señaló que estaba “en la cima del mundo” antes de caer en picada por el abuso de alcohol y sustancias.
La ex estrella infantil, que comenzó a actuar en la pantalla a los 11 años, cuando obtuvo papeles en las populares telenovelas “One Life to Live” y “Guiding Light”, dijo que sus problemas de abuso de drogas comenzaron cuando tenía solo 15 años, un año antes de comenzar la exitosa serie de televisión “Heroes”. En ese momento, afirmó que los miembros de su equipo comenzaron a darle “píldoras felices” en un esfuerzo por hacer que pareciera más “animada” durante las entrevistas.
“No tenía idea de que esto no era algo apropiado, o qué puerta me abriría en lo que respecta a mi adicción”, explicó.
Panettiere bebía alcohol y ocasionalmente tomaba opioides, pero mientras tanto, su éxito aumentaba. “Lo que me salvó es que no podía ser desordenada mientras estaba en el set y trabajando”, dijo la estrella, que consiguió el papel de la animadora superpoderosa Claire Bennet en “Heroes” cuando tenía 16 años. “Pero las cosas se salían de control fuera del plató. Y a medida que crecí, las drogas y el alcohol se convirtieron en algo sin lo que casi no podía vivir”.
Tras su paso por el hospital, finalmente encontró la fuerza para buscar tratamiento para sus adicciones y finalmente ingresó a rehabilitación durante ocho meses, donde dice que encontró el apoyo que necesitaba para enfrentar sus demonios.
“Me esforcé mucho y tenía que estar dispuesta a ser increíblemente honesta”, dijo la actriz. Ahora ha regresado al set para repetir su personaje favorito de los fanáticos, Kirby Reed, en la próxima película de “Scream”, y está dedicada a su trabajo con Hoplon International, la organización benéfica que fundó en marzo, cuya misión es recaudar fondos para Ucrania.
“Esto no ha sido fácil y hubo muchos altibajos”, dijo Panettiere sobre su camino hacia la sobriedad y la felicidad. “Pero no me arrepiento ni de las cosas más feas que me han pasado. Me siento increíblemente realizada. Y siento que tengo una segunda oportunidad”.
En cuanto a Kaya, que ahora tiene siete años y vive con su padre en un país que ha sido devastado por la guerra tras la invasión rusa de Ucrania, Panettiere insiste en que su hija está a salvo, e incluso elogió el manejo de la situación por parte de la niña.
“Ella es mi personita favorita. Y ver cómo ha manejado toda esta situación realmente me ha dejado boquiabierta. Ella está muy segura”, dijo al programa Good Morning America.